Alvin Toffler el mayor futurista de nuestros tiempos, citó y parafraseó en 1970 al psicólogo Herbert Gerjuoy en su libro “El Shock del Futuro”: “los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y escribir, sino los que no sepan aprender, desaprender y reaprender”.
A medio siglo de distancia, la profecía de Gerjouy y Toffler se ha tornado en realidad.
Hoy en día ¿cuál es la perspectiva de vida y el trabajo profesional? La esperanza de vida está acercándose a los 100, las carreras profesionales durarán de 60 a 70 años, con cambios laborales cada 6 y el aprendizaje se tornará permanente porque el conocimiento quedará obsoleto cada 5 años. González, C. (2019).
Otros autores están advirtiendo lo que viene.
Margie Warrell: “los expertos en educación de adultos estiman que el 40% de lo que los alumnos de educación terciaria aprenden hoy resultará obsoleto dentro de una década, cuando les toque trabajar en empleos que aún no han sido creados.” (“Learn, Unlearn and Relearn”, Forbes, February 3, 2014).
Cathy Davidson: “el 65% de los niños que en 2011 se adentraron en el ciclo escolar terminarán trabajando, al concluir éste, en carreras que aún no se han inventado.” (Now You See It, London, Penguin Books, 2011).
«Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y escribir, sino los que no sepan aprender, desaprender y reaprender”.

Sea como fuere, el mensaje es un poderoso recordatorio Taylor, P. (2017), de que la naturaleza del trabajo ha cambiado y que las empresas en todos los sectores necesitan repensar las tareas de entrenamiento y de reentrenamiento y preparar a sus trabajadores para el futuro. La noción de un trabajo para toda la vida, que data de los años 60 del siglo XX ha cambiado. Hoy los millenials cambian de trabajo en promedio cada dos años o menos.
El trabajo remoto auxiliado por tecnología móvil y conectividad universales, es una constante. La automatización de tareas humanas avanza a un ritmo sin precedente, con ayuda de la inteligencia artificial, sensores (internet de las cosas) y la robótica. De acuerdo con la American Association for the Advancement of Sciences, 50% de los empleos actualmente desarrollados por humanos, serían eliminados para la década de 2030. La lista de cambios dramáticos es alarmante; incluye cambios laborales, transformaciones e impactos en las sociedades de países pobres de América, África y Asia y en economías emergentes como China, India y yo añadiría, México.
Todo lo que se pueda automatizar, será automatizado, no importando el tipo de trabajo, tarea, empresa o país. Pero ello no significa necesariamente que habrá una masiva reducción del empleo. Como en las anteriores transformaciones provocadas por los avances tecnológicos, la automatización podría liberar gente para que realice trabajos más interesantes y valiosos.
Lo importante en este proceso de cambio es que las personas aprendan a reaprender nuevas habilidades, tecnologías, conocimientos y puedan aspirar a esos nuevos empleos “mejor remunerados y apreciados”.
La educación González, C. (2019), se convierte —otra vez—, en el pilar para construir una sociedad sostenible, resiliente, preparada para seguir progresando. Pero ¿cómo se enseña eso de aprender, desaprender y reaprender?
Traumático es para quien descubre que lo que aprendió con tanto esfuerzo, durante tanto tiempo, está mal, es incorrecto o ya no sirve, Martínez E. (2021). Quizá una de las acciones más difíciles para una persona es desaprender. Para desaprender se necesita humildad para aceptar que el conocimiento que hemos generado y guardado es erróneo; se requiere voluntad para sacar de nuestra mente el sobrepeso que cargamos y mucho coraje para empezar de nuevo.
De acuerdo con el portal Prevención Integral (2019), desaprender, implica afrontar y resolver los problemas de forma diferente a la habitual. Por tanto, desaprender puede suponer desterrar años de conocimiento, de esfuerzos de aprendizaje, sin olvidar todos los conocimientos y experiencias adquiridos, por el contrario, ampliar el bagaje cultural con aspectos nuevos o renovados, que ahora ostentan mayor importancia o trascendencia para nosotros. Se trata de un filtrado, una reorganización mental.
La actitud que asumamos ante el desafío de quedar desplazados por la ola de la Cuarta Revolución Industrial será en definitiva la que marque la diferencia de seguir vigentes laboralmente y con nuevas habilidades y conocimientos aprovechables en la siguiente década. No importa la edad que tengamos, debemos seguir siendo productivos. El estado de bienestar que caracterizó a las naciones industrializadas de Europa y Norteamérica se encuentra en franca crisis. Pensar en el retiro a los 60 años será una ilusión. No hay recursos suficientes en las economías de estos países que soporten una población inactiva y longeva.
En nuestro país, el panorama es de grandes retos. Con los compromisos de tratados comerciales en una economía globalizada, los requerimientos de mano de obra mejor calificada en áreas más allá de la manufactura son insoslayables. Áreas del conocimiento como la robótica, el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real, la inteligencia artificial, la genética, la nano tecnología, las fuentes de energía renovables y demás campos de investigación en la ciencia y tecnología, nos están aguardando. Incluso se debe repensar el modelo educativo vigente, los programas de estudios, transformar las formas de enseñanza y adecuarlas a las nuevas exigencias del mercado laboral.
En nuestro país, el panorama es de grandes retos. Con los compromisos de tratados comerciales en una economía globalizada, los requerimientos de mano de obra mejor calificada en áreas más allá de la manufactura son insoslayables. Áreas del conocimiento como la robótica, el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real, la inteligencia artificial, la genética, la nano tecnología, las fuentes de energía renovables y demás campos de investigación en la ciencia y tecnología, nos están aguardando. Incluso se debe repensar el modelo educativo vigente, los programas de estudios, transformar las formas de enseñanza y adecuarlas a las nuevas exigencias del mercado laboral.
No hay alternativa más que seguir aprendiendo y dejar atrás lo que era lo último en nuestro campo profesional asumiendo y desarrollando nuevos roles y competencias para seguir siendo profesionales productivos.
Referencias:
González, C. (23 de enero de 2019) Los analfabetos del siglo XXI: ¿quiénes serán?
https://www.vidaeconomica.com/2019/01/analfabetos-siglo-xxi-quienes-seran/
Taylor, P. (Mayo 18, 2017) Learning to learn
https://www.forbes.com/sites/sap/2017/05/18/learning-to-learn/?sh=4d4251f84e72
Martínez, E. (26 de septiembre, 2021) Aprender a desaprender
https://www.milenio.com/opinion/enrique-martinez-morales/punto-de-inflexion/aprender-a-desaprender
Prevención Integral (2019)
https://www.prevencionintegral.com/actualidad/noticias/2019/04/03/aprender-desaprender-dificil-asignatura-pendiente-aprobar